Sé que en 7 meses que llevo en el
país probablemente tenga una imagen poco verosímil sobre Nigeria. Pero sin
embargo, mi trabajo me ha permitido ver muchos de los rincones oscuros (y otros
no tanto) de Lagos y Abuja. Estas son nuestras conclusiones (de Pablo y mías)
después de tantas y tantas conversaciones intentado arreglar el mundo.
Sinceramente, no creo que difiera
mucho de la impresión final que me llevaré al acabar esta etapa de trabajo. Hay
que recalcar que hablaré generalizando, para bien o para mal, del nigeriano
medio. Como en cualquier sitio, me he encontrado de todo. También digo que es
más fácil fijarse en los malos hábitos y lo chocante para nuestra cultura, que en los puntos buenos que tiene Nigeria. Que son muchos además.
- La mentalidad
Como ya intenté explicar en post
anteriores (sobre la conducción), el nigeriano medio es cortoplacista hasta límites que llegan a ser extenuantes. Siempre
intentará conseguir el máximo beneficio en el mínimo de tiempo posible. Incluso
sabiendo que conseguiría más beneficio si dedicase más tiempo a hacer un buen
trabajo.
Por ejemplo, una situación muy
normal es cerrar un precio con alguien para lo que sea (taxi, alquiler, compra
de productos…) que satisface a ambas partes. Pero cuando el trato está a punto
de expirar, el nigeriano intentará conseguir más dinero, poniendo cualquier
excusa. Y no se dan cuenta, o no quieren darse cuenta, de que si mantiene el
trato, lo más probable es que repita con él el mismo. Pero al intentar
explotarlo hasta la saciedad, consigue que a) no se le pague ese dinero de más
que pide y b) no vuelva a querer ver la cara de ese personaje.
Hay que decir en este punto que
se va notando un pequeño cambio a mejor, y es que los nigerianos con negocios
serios e importantes tienden a ser transparentes. Estas situaciones se dan más
con transacciones que generalmente van a ocurrir una vez en mucho tiempo.
Tristemente, estas situaciones se
dan a un nivel mayor, en el Gobierno. Si nos quejamos en España de la
corrupción, eso aquí es moneda de cambio diaria. El gabinete de ministros y
acólitos se renueva cada par de años más o menos. Así que el ministro de turno
que tiene que construir una carretera en X, sabe que en un par de años no
estará ejerciendo de lo mismo. Así que intenta hacer a tiempo su trabajo de
cualquier manera. Estos e traduce en una carretera hecha por chinos de un
grosor infame que en la segunda temporada de lluvias la riada se la lleva por
delante. Pero ya no será preocupación del encargado, será el que le sustituya
el que tiene que comerse el marrón.
Simple y llanamente. No ven o no
quieren ver más allá de un par de años.
También conozco locales que
tienen pensado su vida y la de sus hijos (no natos) al detalle.
Un poco relacionado con este
cortoplacismo es el tema del dinero. Todo se reduce a billetes. Nada es gratis. Este afán por conseguir
dinero fácil en el menor espacio de tiempo posible es el que, para mí, está
lacrando el desarrollo del país. Y es lo que más me quema en mí día a día.
Siempre, sea por lo que sea,
intentarán conseguir dinero, por poco que sea, del oyibo (hombre blanco,
aprendéroslo ya ho). Lo más común suele ser al aparcar el coche. Los locales no
saben aparcar, no usan los espejos y no tienen visión espacial. Es un hecho.
Irrefutable. Así que todos los negocios contratan a “guardias” que te ayudan a
aparcar dándote indicaciones. Para los oyibo en general bastante innecesarias.
Pero de la que te bajas de coche: “Good morning mastah!” (Nos llaman siempre
Master, con su acento) y ponen esa cara digna de óscar de Nollywood (el
Hollywood local) de “mira como me
esfuerzo por hacer bien mi trabajo, recompénsame”. Tengo que decir que éstos
están contratados con sueldo por el negocio donde aparcas. Siempre ayuda el
darles algo, al principio lo hacía, pero conforme pasa el tiempo me doy cuenta
de que a) son innecesarios b) bastantes inútiles y c) al nigeriano local nunca piden,
solo al oyibo. Así que ya no doy, salvo por casos puntuales en los que SI se lo
curre el tío.
Este caso puede parecer normal en
España, pero es que aquí es en todos los lados. Pero marca más cuando aparcas
espontáneamente en la calle y el nigeriano que pasaba por allí te da
indicaciones y luego pone la mano. Lo hacen para ayudar, si, pero también por
esa recompensa. No hay ese civismo (que en España también va desapareciendo).
Pero el caso que se lleva la
palma es el siguiente. Los guardias que “vigilan” nuestra urbanización, una vez
que llega el viernes: “Mastah, you dei have somethin’ fo’ me weeken’?” lo que
viene a ser un “Señor, ¿tienes algo para mi finde?”. Lo lógico vamos, es
viernes y tenemos que financiar la fiesta privada de unos tíos que sólo se
dedican a estar sentados y a dormir. Por las caras que les ponía cuando me lo
preguntaban, ya van dejando de hacerlo.
También es finde para mí. ¿Tienes
tú algo para mí?
Esta ansia por el dinero se puede
encontrar en cualquier situación. Te dan la vuelta de una compra mal (o no te
la dan directamente). Compras una tarjeta de recarga para el teléfono. Se te
para el coche y te ayudan a moverlo (más comprensible, pero no me veo en España
dando 5€ al que me ayude…). Siempre es recomendable tener “small change” billetes
pequeños para las propinas (el billete más grande equivale a 5€).
Otro tema es la falta de
valoración al tiempo tanto personal como ajeno. El tiempo no vale nada. Son capaces de hacerte esperar un par de
horas para una reunión que ya tenías cerrada de hace tiempo. O incluso
cancelarla sin avisarte, una vez que estés en el sitio. No saben apreciar una
de las máximas de la cultura occidental “el tiempo es oro”. Esto, radica en una
falta de puntualidad increíble. Me
recuerda a mi tía en sus tiempos mozos. “Hey, Tunde, ¿dónde estás?” “en 10
minutos estoy” “ok”. Pasan 35 minutos. “Tunde, dónde te metiste.” “lo siento
mastah, estoy a la vuelta de la esquina, ya llego”. Pasan otros 25 minutos. “Tunde,
o llegas ya o no vengas” “¡estoy ya!” Despedido. Fin de la historia. Basado en
hechos reales.
Por ello siempre hay que citarles
mínimo 30 minutos antes de que quieras hablar con ellos. Previsión.
El grueso de la población no ha
tenido acceso a una educación como la entendemos nosotros. Esta educación da
una madurez diferente. Y la impresión que tenemos aquí es que la gente joven,
de entre 20 y 40 años, se comportan en ciertos aspectos como niños de 12 años.
Lo más impactante en este punto es el hecho de que mienten. Mienten más que hablan. Ejemplo: sabes
que el cocinero se comió ese trozo de carne que sobró de ayer. Nosotros lo
sabemos, y él sabe que lo sabemos. Pero la primera respuesta a la pregunta de
si fue él el que se comió ese pollo, es NO. Y con qué frialdad. Hasta que no le
dices que sabes positivamente que fue él, no lo reconoce. Ni por asomo. Es la
filosofía de “yo la suelto, y si cuela, cuela; y si no, me la pela”. Cualquier
cosa que pueda acarrearles algún tipo de sanción la negaran completamente, a
pesar de enseñarles una foto haciéndolo.
La conclusión que se puede sacar
de estos puntos es que el nigeriano corriente es vago. Le gusta el dinero fácil. Cualquier cosa que sea repetitiva y
requiera un poco de esfuerzo, difícilmente lo hará bien. Se cansará al poco
tiempo (e incluso te pedirá un aumento (verídico)).
Son muy susceptibles a la publicidad. Están constantemente enganchados a la
televisión, radio, teléfono… El bombardeo que tienen por esos medios es constante.
Lo más chocante en este punto es ver que quieren un iPad porque sí, pero no
llegan ni a saber para qué es incluso. O no le sacan ni el 5% del potencial que
puede tener. Lo quieren porque es lo que ven que tiene la clase pudiente.
En este punto hemos llegado a la
conclusión de que es una sociedad con mentalidad del Medievo pero con acceso a
tecnología actual. No han tenido la evolución natural que experimentamos en
Europa. De repente se vieron de ir caminando a cualquier sitio a tener trenes,
coches y poco después aviones. Se vieron de no tener forma de hablar con el
vecino a tener móviles. No están preparados para semejante carga tecnológica.
Les gusta, les encanta más bien y eso es una perdición en realidad. No se
despegan de sus aparatos una vez que lo tienen. Son capaces de estar en mitad
de una reunión importante hablando por Whatsapp, llamando a gente etc… Ya
llegan a verlo como algo normal.
Relacionado con este golpe arrollador
de tecnología extranjera, los nigerianos no tenían nada hasta que fueron
colonizados. No tenían escritura hasta hace bien poco. De esta manera, el
conocimiento se pasaba oralmente, así que es comprensible que el más anciano de
la tribu sea el más respetado, puesto que es el archivo histórico local. De
esta manera, los nigerianos respetan
sobremanera a los ancianos. Y derivado de esto, respetan aún más a la autoridad, hasta puntos de venerarlos casi. Cualquier
persona que ocupe un puesto de poder no se le cuestiona nada de lo que dice.
Y esto es bastante chocante,
puesto que tienen acceso a una fuente inagotable de conocimiento por todos
ampliamente conocida: Google. Si un cargo poderoso, jefe o anciano, dice que
esto se hace así porque lo dice él, así se hará entonces. El mero hecho de
querer contrastar esa información con fuentes fiables es algo aterrador,
inimaginable y con consecuencias desastrosas. Jamás se pone en evidencia la
ignorancia de alguien que esté por encima de ti, a pesar de que sepas de
primera mano que lo que dice no es así. No
se cuestiona al superior. Del árbol de la sabiduría no se come.
Evidentemente, la conclusión de
este punto es que la sociedad nigeriana es fuertemente jerárquica. No llega a los niveles de la India por ejemplo, un
nigeriano empiece donde empiece puede subir de escalafón siempre que se
esfuerce o tenga suerte. Eso sí, una vez que sube, no vuelve a mirar abajo. No
se olvidará de los suyos, por supuesto, pero a aquellos que estén por debajo,
los tratará como tales, y no se volverá a codear con ellos. Su esfuerzo le ha
costado y quiere dejarlo claro.
Ahora van los puntos positivos,
que ya tocan. Con esta forma de ser, son emprendedores.
Tienen incluso varios trabajos a tiempo parcial, se montan su negocio con lo
poco que tienen, intentan salir de donde están. Este rasgo se ve más entre las
mujeres. Son ellas las que más tiran por la familia y la casa.
El nigeriano es solidario, siempre intentará ayudar,
como sea, pero entre ellos. Con el oyibo siempre esperarán esa ayudita
económica. Siempre intentarán colaborar, ya sea con comida, dinero, servicios,
a aquel que esté necesitado, pero, como dije antes, esté en su mismo nivel.
Esto es aún más fuerte cuando se trata de lazos entre personas de una misma
tribu. La mayoría de nigerianos en Lagos vienen de la zona rural, en busca de
mejores oportunidades. Y si se encuentran con alguien de su misma tribu, lo
ayudarán de cualquier manera. Dándoles cobijo y comida incluso aunque sea la
primera vez que se vean, porque son sangre.
Hago un pequeño inciso para
contar algo curioso relacionado con esto. Allá en la época de la colonización,
es por todos sabido que el blanco capturaba locales para convertirlos en
esclavos y llevarlos a sus plantaciones. En ocasiones en la otra punta del
mundo. Aquí lo sabían y “casi” llegaron a aceptarlo de alguna manera, puesto
que empezaron a hacer lo siguiente: a los niños les hacían marcas en las
mejillas características de su tribu en particular. Así, cuando ese niño fuera
mayor y estuviera en las Américas y se encontrase a otro con las mismas marcas,
siempre sabrían que son de la misma tribu y se ayudarían como pudiesen.
Y esto ha sido así hasta hoy. Aún
siguen haciendo esas marcas en algunas tribus y las lucen con orgullo. Por
ello, es común ver a nigerianos con cortes en las mejillas con diferentes diseños,
más o menos estrambóticos. Personalmente me parece una historia bastante bonita
que a la vez refleja la dureza por la que tuvo que pasar África en aquella
época. Con todas las reminiscencias que aún quedan por pulir.
Volviendo al tema principal.
El nigeriano es curioso. No en el sentido de “cómo
funciona esto” o “por qué sale el sol cada mañana”. No por el conocimiento,
puesto que el conocimiento ya se lo da el anciano o superior como ya dije
antes. El nigeriano es curioso porque siempre quiere saber qué pasa a su
alrededor. Nosotros ya hemos tenido casos en los que el coche se caló, o no
tenemos batería o lo que fuera. Pues si empiezas a hablar con un nigeriano para
solucionarlo, no te asustes si comienzan a venir más, esos que pasaban por ahí
ahora se pararán e incluso darán su opinión (aunque no hayan visto nada
incluso). Llegué a contar 17 nigerianos rodeándome cuando el coche se me quedó
sin batería. Y sólo era uno el que me iba a ayudar. Necesitan saber qué ocurre
con lo que le rodea, sea lo que sea.
Otro punto curioso es que el
nigeriano siempre intentará arreglar lo
que se rompe. Ya sea algo de gran valor o no, como una chancla. Por 5€ te
compras otra, pero es que por 25cts la arreglas, con poca calidad, pero
funcional de nuevo. Aunque al mes tendrás que volver a remediarla eso sí. Pues
eso, que prefieren arreglarlo a comprar otro nuevo. Llega hasta tal punto que
hay veces que la propia reparación es más costosa que comprar otro. O de tener
remiendos encima de remiendos encima de más remiendos.
Bueno, creo que es suficiente
para explicar grosso modo cómo piensa el nigeriano medio.
·
Negocios
Este punto es casi otro mundo
diferente. Estamos hablando, por lo general, de gente más enfocada en hacer
dinero algo más a largo plazo. Gente con estudios e incluso nigerianos más
pudientes que han tenido la oportunidad de irse a estudiar al extranjero,
generalmente a Gran Bretaña o a Estados Unidos. Éstos, vuelven con unos
conocimientos y mentalidad muy por encima de la media nigeriana. Suelen ser los
que ostentan los cargos de mayor responsabilidad.
También nos encontramos a
nigerianos que, a pesar de no haber salido del país, se han empapado tanto de
esta gente, que es como si lo hubiesen hecho. Esta gente ya valora más el
tiempo ajeno y el propio. Saben que si reinvierten en la empresa, ganarán más
en el largo plazo.
A pesar de esto, siempre quedarán
trocitos de la mentalidad que explicaba antes.
Los negocios en Nigeria son muy personales. Las relaciones entre
las partes juegan un papel crucial. El verte, tocar el producto, se convierte
en algo clave. No se pueden hacer prácticamente negocios, no dejarán más bien,
por internet. No miran el correo, no se fían de la gente que les vende cosas
sin verlo personalmente, sin tocarlo. Es común cuando te reúnes con ellos,
comenzar hablando de cualquier cosa, yo suelo hablar de fútbol, de la Premier
League, que les encanta. Un par de risas, un café, te enseña algunas fotos de
su familia, y luego ya, si eso, hablamos de negocios. Pero hay que caer bien.
Sonrisas. Siempre vamos con cartas explicando la situación (misiones
comerciales o servicios personalizados) y con un catálogo de los productos. Les
encanta tener algo entre las manos mientras les explicas por qué estás ahí.
Así, las negociaciones son
largas. Y siempre intentarán rebajar al máximo el precio final del producto. El
concepto de Win-Win (todos ganamos) no está aún arraigado en la sociedad
nigeriana. Entiendes que si tú ganas es porque ellos están dejando de ganar
algo. Por ello, las negociaciones giran más en torno al Win-Lose. El regatear es casi un deporte nacional, y no te toman
por rata o huraño, sino que te respetan porque has intentado sacar el máximo
beneficio, y ese esfuerzo sí que saben reconocerlo.
Este punto, al juntarlo con la
poca valoración del tiempo ajeno, da como resultado que no se valoren los añadidos intangibles, como son el saber hacer, la
experiencia, la puntualidad y el tiempo propiamente dicho. El caso más común es
la mano de obra. Es per se barata, pero siempre se va a intentar reducirla aún
más. No quieren reconocer tu esfuerzo, tu tiempo, e intentarán darle el menor
valor posible. Comisiones de agentes sería otro caso bastante común.
Valoran el dinero por encima de
todo lo demás. Son muy muy peseteros.
Una cosa que complica sobremanera
los negocios en Nigeria es su burocracia
administrativa. Te pierdes en millones de papeles (in)necesarios para la
exportación. Dificulta y pone trabas, puesto que el Gobierno quiere explotar a
toda costa el mercado interno. No viven en autarquía pero parece que se empeñan
en ello. Existe una lista de productos prohibidos (muebles, zapatos, zumos,
medicinas…) que está en constante cambio. No sería la primera vez que sale de
España un cargamento legal y para cuando llegue al puerto de Apapa está prohibida
su entrada al país. Hay que añadir los registros en NAFDAC o SONCAP (siempre a
cargo del importador, ojo) por producto e importador. Tener en orden todos los
papeles al llegar a destino se convierte en un reto.
Siguiendo este hilo, es
inevitable que con tanto papeleo y requisitos, florezca la corrupción. Es un factor más para tener en cuenta. Puedes tener un
container de 40’ con los papeles en regla, que se encargarán de encontrar algún
agujero administrativo y te paran la mercancía durante semanas, hasta que no
les “incentivas” a que dejen pasarlo. Esto, para productos perecederos, supone
la ruina. Así, la vía marítima es prácticamente imposible para ellos.
Un dato curioso. Recientemente
estuve en Abuja, por los Ministerios solucionando un problema de una empresa
española. Llegué a las 8 de la mañana a la ciudad y me fui con la maleta a los
Ministerios para no perder tiempo. Pues bien, cada vez que pasaba un control de
seguridad, la primera pregunta es: “¿qué hay en la maleta? ¿Dinero?”. No, abre
la maleta. Y no me dejaban meterla cuando me reunía con una sola persona. Desde
el Gobierno me consta que luchan contra ella, poniendo a mucha gente a cargo de
una sola cosa, para que si tengas que untar, untes a todos o ninguno. Lo que
dificulta el soborno pero también el proceso normal administrativo.
Cuando se negocia en Nigeria hay
que tener paciencia. Se toman la
cosa con parsimonia. Como ya dije,
por norma general no miran el correo. Los teléfonos nos funcionan o se caen constantemente.
Por eso, si vienes aquí, tómate tu tiempo. Sólo los que están más
occidentalizados responden a los emails. Para que os hagáis una idea, suelo
mandar unos 60 emails por día y empresa cada vez que tenemos una misión
comercial. Responden dos o tres a la semana. Es el primer approaching. Luego
llama personalmente. Consigues otros cuatro o cinco. El resto, a verlos cara a
cara en su oficina. Suponiendo que la dirección que te facilita la Cámara de
Comercio de Lagos sea buena (en el 40% de los casos no lo es). Y luego que te
reciba el apropiado para darte una respuesta. A esto nos dedicamos, a fumarnos
todo este proceso para que luego vosotros no paséis por ello. Y aún así pasaréis
algo.
Relacionado con esto, los
nigerianos tienden a ser apáticos. Son
numerosas las ocasiones que prometen el oro y el moro, pero después lo dejan un
poco de lado, van haciendo otras cosas y se olvidan. Así que hasta que dos
semanas después de la Misión Comercial, nos envían emails para participar en la
misma. Así, no. Por ello hay que insistir, y cobra una importancia clave el
personarse directamente en la oficina.
Como veis, es una aventura hacer
negocios en Nigeria.
En Europa tenemos un desarrollo de
la clase media desde tiempos de la Revolución Industrial y el crecimiento de la
burguesía. Pues bien, eso aquí es prácticamente inexistente. El que tiene,
tiene mucho. Y por contrapartida, el que no tiene, no tiene nada. El índice de
Gini, que mide estas diferencias, es de 0,48 (0 es perfecta igualdad y 1 es que
un individuo tiene todo y el resto nada). Bastante alto para nuestros cánones, que
oscilan por un 0,20 y 0,35 en Europa. En la otra cara de la moneda, Sudáfrica
tiene más de 0,60.
¿A qué viene esto? Diréis… Pues
bien, resulta que al no haber clase media nacional, y la única que hay son los
expats (nosotros, los oyibo) que venimos a Nigeria, condiciona muchísimo qué
tipo de productos se pueden exportar a Nigeria y en qué cantidad.
Productos de gama media-alta con
precios europeos, sólo los puedes meter en Lagos, Abuja, Port Harcourt (si acaso).
Ciudades grandes, que tienen más de 20 millones de habitantes entre ellas, pero
menos del 1% es el target final de este tipo de productos. 200.000 personas en
tres ciudades, con una concentración mayor en Lagos obviamente. ¿Merece la pena
meterse a pelear en este mercado complicado por un target tan pequeño y
disperso?
Mi recomendación: SI. Y mil veces
SI.
No es ya cuestión de entrar, sino
de posicionarse de cara al futuro. La empresa que consiga meterse ahora, y
hacerse con su nicho de mercado, conseguirá en unos 15-20 años mucho mayores
beneficios. Y esto es porque la clase
media nigeriana está en desarrollo. Ese nigeriano emprendedor, que se ha
empapado de otra forma de hacer negocios más occidentalizada, prosperará. El
Gobierno a su vez está haciendo denodados esfuerzos por mejorar la educación,
con lo que mejorará las condiciones de los jóvenes. Tendrán éxito y más
capacidad adquisitiva. No se codearan con la élite en sus cochazos y yates,
pero tendrá dinero suficiente para comprar estos productos de calidad
media-alta.
Y ¿qué comprará? Pues el producto
que esté ya colocado, que ya tenga una trayectoria en el país extensa y que
haya visto la publicidad y en algún momento lo haya anhelado. Así, con el
desarrollo de esta clase media, los beneficios de la empresa no dejarán de
subir.
Cierto es que es arriesgado, que
hay trabas para que evolucione y se genere esta clase (petroleras que quieren
seguir teniendo mano de obra barata básicamente). Pero dar por hecho que se
creará. Tarde o temprano, pero lo hará. Y la empresa que esté aquí para verlo
se hará de oro.
Entrar y mantenerse no es fácil
en Nigeria. Pero según mi punto de vista, el coste de oportunidad de no hacerlo
sería más costoso.
·
Oportunidades
Pues una vez desarrollado el
punto de que merece 100% la pena meterse en Nigeria, vamos a abordar en qué.
Antes de entrar de lleno en la
materia, me gustaría comentar una cosa. Hace unos años, se hablaba de los
países BRIC (más adelante BRICS), que son Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica. Estos son los países que en su momento estaban en plena explosión de
crecimiento.
Pues bien, parece que ya pasó su
tiempo porque ahora se comienza a hablar de los países MINT, que son México,
Indonesia, Nigeria y Turquía. Aquí
está, Nigeria promete. Miraros datos (no os voy a aburrir con eso) pero son
cifras muy buenas.
El sector de la construcción está claramente en auge. Se estima que se
necesitan 16 millones de viviendas en toda Nigeria. Son 170 millones de almas
en este país, tirando por lo bajo. Y de esos 16 millones, 5 se necesitan sólo
en Lagos. Los materiales: tienden a comprar productos chinos, más baratos pero
de pobre calidad. Pero ya son numerosas las empresas que se dan cuenta de este
hecho, de que no valen para el futuro. Y son las que quieren producto europeo,
de calidad. Por ejemplo la cerámica española está muy bien valorada. En cuanto
a la maquinaria: son pocas las empresas que se pueden permitir un desembolso
grande para un tractor u hormigonera. Generalmente son las grandes
constructoras alemanas e italianas las que traen ya sus propios productos. La competencia
será dura, pero la recompensa mayor.
En esta línea, los PPPs se están
poniendo de moda por aquí. El mejorar
las infraestructuras del país se ha convertido en una tarea clave para el
desarrollo local. Las carreteras (pero esta vez bien), ferrocarriles, puertos…
La mejora de Nigeria pasa por la mejora de las infraestructuras.
Las energías renovables. Nigeria tiene uno de los peores servicios de
electricidad del mundo. Los cortes de luz son constantes y el déficit
energético es enorme (3.700 Megavatios para 170 millones de personas). El
consumo de electricidad per cápita es un 7% el de Brasil o un 3% del de
Sudáfrica, para que os hagáis una idea. El Gobierno está dando licitaciones
constantemente para crear parques eólicos, paneles solares, presas… De hecho,
se está privatizando el sector de la energía, el Gobierno sólo tiene ya la transmisión,
y por poco tiempo. Evidentemente, todo esto hace que la industria se vuelva
bastante menos competitiva, al tener que instalar generadores para tener un suministro
ininterrumpido, con el aumento enorme de costes que supone.
Bienes de consumo. Pero eso sí, como ya dije enfocados, en su mayor
parte a la población de expatriados en Nigeria. Recordar la lista de
importaciones prohibidas, que por ejemplo el zumo, los noodles, la pasta, la
cerveza… No se pueden importar. Pero sería interesante estudiar la viabilidad
de asentarse en Nigeria, para producir o simplemente embotellar localmente. El
vino por ejemplo, va cogiendo prestigio y se va consumiendo. Así como el
champán (Nigeria se va a convertir en el segundo consumidor a nivel mundial).
La competencia es ahora con Sudáfrica en este punto. Telefonía móvil por
ejemplo, fundas, cargadores y similares. Tecnología en general. Los muebles están prohibidos pero hay otros
métodos para introducirlos en el país.
Todo esto hay que tener en cuenta
que es para llegar al expatriado, o a la gente pudiente de Nigeria, lo que no
supone el grueso de la población. Ésta está integrada por gente con pocos
recursos, que trabaja por salarios bajos y que su dieta se basa en el arroz y
el pollo básicamente. No van a comprar productos de lujo porque no se lo pueden
permitir. Compran en los mercadillos locales, creados de la nada y que son
cuatro palos sujetando un techo de plástico. La comida es notablemente más
barata, pero los estándares de calidad dejan mucho que desear para un europeo.
Pero nosotros comemos de ahí también, que nos lo compra el cocinero.
Pero mucha de esta gente será la
clase media en un futuro. Una clase media que se pueda permitir productos
mejores.
Por ello digo que es un mercado difícil, que necesita presencia
constante, pero que los beneficios pueden ser muy grandes. Sin riesgo no hay
gloria señores.
Hola Javier, acabo de descubrir tu blog y me esta gustando mucho leerlo, creo que realmente has captado la esencia de lo que es Nigeria para un español, o por lo menos yo estoy muy de acuerdo contigo en casi todo lo que dices. Yo ahora estoy en España y la verdad que el cuerpo agradece respirar el aire mediterraneo.
ResponderEliminarJavier, con tu capacidad de análisis y generosidad llegarás lejos. Gracias!
ResponderEliminarHOLA JAVIER.
ResponderEliminarGRACIAS POR TU PUNTO DE VSITA DE NIGERIA Y SUS PAISANOS.
SALUDOS .
MANOLO..
Felicidades por el blog Javier !!. Muy, muy buen análisis.
EliminarUn saludo.
Manolo.
Felicidades por el blog Javier !!. Muy, muy buen análisis.
ResponderEliminarUn saludo.
Manolo.
Todo lo que comentas es verdad,has captado muy bien su espiritu,te lo dice una persona que ha estado casada con uno que no le ha dejado buen recuerdo.Felicidades
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