Echar la caña por Lagos

Una muesca más que añadir a nuestro pequeño, de momento, historial de aventuras en Nigeria. Nos fuimos de pesca.

Ya habíamos oído a nuestros compañeros de oficina (mayores) que los viernes se iban de relax a pescar. Y nos entraba siempre la curiosidad. Así que este último viernes nos animamos y aquí está lo que pasó.

Ya en la oficina, a las 14:59 guardamos todos los archivos, apagamos ordenadores y oficialmente comenzaba nuestro fin de semana. Así que fuimos raudos a cambiar la indumentaria por una más adecuada y afín a la pesca. Chanclas, bañador y camiseta. ¡Ah! Y ¡que no se nos olviden las gafas de chulo playas!

Estamos preparados. Menos mal que vamos con los jefes y más compañeros, porque de esa guisa por la oficina poco duraríamos. Teníamos excusa y ellos iban con las mismas pintas. Metemos el traje en el coche (como podemos para que no se arrugue) y en marcha.

¡Vámonos de Feria!

Pues hace unas dos semanas vivimos la que fue nuestra primera Feria nigeriana. La “Lagos International Trade Fair”, un nombre muy pomposo para lo que realmente resultó ser. Efectivamente, es internacional, pero enfocado al mercado asiático. También es de comercio, porque te intentan vender de todo. Y finalmente no sé si es una feria en sí, porque se asemeja más a un mercadillo.

La Oficina ya tenía en mente esta feria desde hace tiempo. Siempre se consiguen algunos contactos (no tienen por qué ser buenos, pero son contactos al fin y al cabo). Así que, como todos los años, recibimos la invitación para asistir a la ceremonia de apertura. Nuestros jefes ya tienen más experiencia en estos temas, y saben que estas ceremonias, aparte de comenzar tarde, se eternizan. Así que no estaban muy seguros si la asistencia es un premio o un castigo.

Pero, hablando por nosotros, ambos queríamos ir. Así que lo decidimos como deciden los hombres, a piedra-papel-tijera. One shot. Gané. Me tocaba ir a la ceremonia. Pero me mostraba un poco escéptico por lo comentado antes, ¿es un premio o un castigo?

Lekki Beach

Pues este fin de semana ha tocado escapadita.

Antes de nada, no os mal acostumbréis. Que en menos de una semana tener dos entradas es algo loable, pero no veo yo que se repita.

Volvemos al tema que nos concierne. Pues ayer estuve en la playa. Típico domingo por la mañana que no te apetece ni moverte de la cama, pero suena el teléfono y te proponen un plan. He de decir que no me apetecía lo más mínimo, pero al final resultó que me lo pasé como un enano.

Esa llamada salvadora (para no pasar un larguísimo día en casa) llegó a eso del mediodía. “Oye, ¿qué pasa loco? ¿Te vienes a la playita?” “ufff, necesito descansar tío…” “¡déjate de pendejadas y te esperamos aquí en una hora!” Efectivamente, es chileno el güey. Así que de alguna manera conseguí sacar energías de un oscuro pozo donde mi pereza aún no se había asentado.

Mi quinceava parte

Un mes. Y tan sólo una quinceava parte de lo que nos queda aquí. 

En un mes de vida normal hubiese ido a la uni/máster, por las tardes relajeo en casa y estudiar/trabajar.

Tampoco os voy a contar que mi vida aquí ha cambiado tanto. Pero hay ciertas cosas que se notan. Para mi es la primera experiencia laboral seria. Ya estuve de prácticas en una empresa, pero era un trabajo tedioso y repetitivo. Siempre en la oficina delante del ordenador. De hecho, mientras trabajaba escuchaba podcast. Así de repetitivo era.

Pero esto es diferente. Como ya dije en uno de los primeros posts, esto supone un reto. Y es precisamente eso por lo que llevo tanto tiempo sin escribir aquí. Parece que no, pero tratar con empresas nigerianas requiere un esfuerzo considerable. Y más aún cuando tratas de cerrar agendas. Como es el caso.

Driving in Lagos. First try.

Bueno, ya llevo un tiempo sin escribir nada y ya tuve ciertas quejas. Espero que esto calme un poco lo ánimos y compense la espera.

Hoy os voy a contar dos cosas: Cómo se conduce en Lagos y la visita a “Lekki Market”.

Huelga decir que la conducción en estos países no es la más deseable. No tiene ni punto de comparación con los europeos. Ya había tenido cierta experiencia cuando visité Egipto, pero es que esto es peor si cabe. Al menos en El Cairo las carreteras estaban asfaltadas…

Lo primero que tengo que contaros es que tenemos chófer. Sí señor, chófer. Todavía existen las clases sociales. Se llama Tunde y lo hemos heredado de los anteriores trabajadores. Ya hemos tenido nuestros más y nuestros menos pero la cosa va tirando.

Lo que hago de 8 a 15

Ya ha pasado una semana desde que llegué y parece que han sido meses. El cambio cultural con el que tanto ansiaba chocarme, ha llegado al fin.

Aunque tampoco son muchas las cosas que tienes que cambiar en tu manera de pensar para adaptarte rápidamente aquí. Acostumbrarte a beber agua de un expendedor, no del grifo. Tienes a alguien contratado. Comprar con más cabeza pensando en el mañana (no por la despensa sino por el baño…). Moneda diferente y prácticamente inútil (es más caro que España pero el billete más grande equivale a 5€… Bravo Nigeria…). Y si ves un mosquito, sin piedad: ¡mátalo ya!

Bienvenido a Lagos!

Bueno, una vez que ya estoy casi instalado en Lagos, me propongo de nuevo crear y mantener un blog. Recordemos que ya me hice uno que podéis consultar en: elrostrodetupadre.blogspot.ch 

Así que me conozco, y sé que estas cosas me acaban cansando, pero intentaré que tarde más que el anterior.

En fin, pues este viaje comienza cuando me encuentro con Pablo (mi compañero) en la puerta de embarque de la T4 en Madrid. Nos habíamos visto dos veces previamente y ya nos íbamos a vivir juntos, eso es amor a primera vista señores! Todo muy bien y embarcamos. Durante el vuelo nos dieron una comida de pasta, vi dos películas (a ver si las subo al otro blog más tarde...), dormí un poco y leí otro rato, hasta que llegamos, la verdad que se hizo un poco pesado el viaje... Pero sobrevivimos.