jueves, 20 de junio de 2013

Nigeria, difícil per se.

Aquí estamos. Un mes y medio después de ese fatídico robo.

¿Qué hemos conseguido?

Cuando puse la denuncia en la comisaría, realmente pensaba que se iba a hacer algo. Faith (el nombre de la "detective" asignada a mi caso) mostró bastante interés inicial. Pero ahí se quedó. Conseguí los nombres del ladrón y del que nos lo recomendó. así como sus números de teléfonos (algo inútil, pero algo es algo).

El ladrón nos confirmaron que se fue a Benín nada más comerte la fechoría. Lo que viene a decir básicamente que perdido para siempre. A efectos prácticos como si estuviera en Marte. Quisimos ir a la casa del tío que nos lo recomendó, con escolta policial y Faith. Pero la buena detective nos comunicó que esa escolta no es gratis, que hay que pagarla. Ya empezamos.
"Sin problema, pagamos lo que sea. Lo único es que como trabajamos para la Embajada de España, necesitamos que nos haga una factura a su nombre con la cantidad del servicio que nos va a prestar. Nosotros la dirigimos al Ministerio competente en España y aprobarán el pago a nombre de sus supervisor y/o Ministerio nigeriano."

Tras lo cual dijo que no era necesaria tanta molestia, que nos lo haría como favor personal. Claro. Banana de plástico a papá mono.

Al final eso no cuajó (no podíamos dejar la Oficina), pero Pablo "contrató" a algún amigo para que negociara. No sé cómo fue, y no quiero saberlo. Pero como conclusión tuvimos que pagar 13.000 Nairas (unos 65€) para recuperar dos ordenadores y un iPad. Lo único que tenía contraseña. El mundo está plagado de casualidades.

Eso sí, el iPad con la pantalla rota. Era demasiado pedir que estuviese intacto.

Algo es algo. Yo por mi parte doy por cerrado el tema. Asumo que el resto de ítems robados nos los volveré a ver en la vida, pero es lo que tiene vivir en África. Todo desaparece antes de que parpadees. Que los disfrute el malnacido, que jodido tiene que estar para llegar a esta situación.

Ahora otra anécdota. Los piratillas.

Resulta que desde que hemos llegado no tuvimos lavadora. No funcionó ni una vez. Así la recibimos de los anteriores becarios o del landlord o de quién sea. Y nadie va a pagar por repararlo. Ya intentamos hablar con el dueño del piso pero se limpia las manos mejor que Pilatos. Pues otro marrón.

Así que hace ya tiempo, allá por el lejano marzo nos decidimos a arreglarla. Nos recomiendan a un tipo que es técnico de lavadoras y le llamamos. Nos la medio arregla por unos 25€ y funciona dos veces. Vuelve. Dice que es el panel. Nos pide 50€ para comprar otro y 25€ más por instalarlo. Le damos para que compre el panel y no le pagaremos más hasta que funcione.

Pues bien, desde ese momento en marzo no tuvimos más noticias hasta este martes 18 de junio. Manda huevos. Y eso que cada semana nos peleamos con el tipo para que viniese al día siguiente. "Yes mastah, I promise i will come tomorrow" Nunca apareció.

Pues bien, después de amenazarle con llevar a la policía y denunciarlo por robar nuestro panel, aparece a la semana siguiente en casa. Y nosotros mientras en la Oficina. Se ponen a "reparar la lavadora". Resultado:

La casa inundada.

De lujo. Simple y llanamente de lujo. 

Así que con mi paciencia y tranquilidad por las que soy taaaan característico, conduzco a casa y me planto allí. Efectivamente, un desastre.

No contentos con reírse a nuestra cara durante más de dos meses, cuando finalmente el tipo viene a casa, me la inunda. Evidentemente lo eché de casa sin pagarle un duro. Y que no le vuelva a ver el pelo. Tardamos más de 10 horas en cerrar la cañería tocada. Y así sigue. Y así seguirá.

La última historieta. La nevera.

Pues más de lo mismo, compramos una nevera nueva de paquete en noviembre del año pasado. ¿Qué pasó? Lo que tenía que pasar. Se rompió algo y no funcionaba. Hace ya más de mes y medio. Al día siguiente al servicio técnico: "ok mastah, dont worry oh, next friday you will have it back" Sure...

Hasta este lunes 17 de junio. Que nos dieron otra nueva de paquete. Y eso después de presentarnos allí y quejarnos, luchar, llamar, volver a ir... Al menos acabó mejor que la anterior.

Y muchos os diréis, ¿a qué viene todo esto? Pues bien, para reflejar que aquí nada es fácil. Es un dolor constante en ciertas zonas el poder conseguir algo. Muchas veces no merece la pena ni molestarse. Tenemos  el calentador roto desde que llegamos (así nos lo pasaron) y nos duchamos con agua del tiempo desde entonces. El agua caliente es un lujo que ya sólo encuentro cuando viajo.

Todo esto, que son las anécdotas del último mes básicamente (tenemos mil más), unido a los atascos diarios y a llamadas telefónicas y/o reuniones en la Oficina con gente local, hacen que acabes queriendo desconectar de todo cada vez que cruzas el umbral de tu puerta. Apagar el móvil y crearte tu propia burbuja.

Y esto es lo que quiero transmitir. No es un país fácil para vivir. Hay que cambiar la forma de ver el mundo aquí. No verlo tal y como ellos lo ven, pero un término medio. Y a veces es simplemente imposible de conseguir. Tornar la frustración en resignación.

En el mundo de los negocios es básicamente lo mismo. Piratillas que de repente quieren ser tu socio comercial en Nigeria (sin que él ponga un duro de inversión por supuesto). Gente que te pide dinero por un registro que va a su cargo, pero dicen que lo has de pagar tú. Empresas que no se dedican a lo que dicen...

Como ya dije mil veces: Paciencia. 

A veces hay cosas que ni siquiera el dinero puede acelerar. Como a los nigerianos. Rápidos y lentos según lo que les interesa.

1 comentario:

  1. Las tribulaciones de un español en Nigeria... hace 3 años empecé mi blog sobre Nigeria y no pude mantenerlo tan activo como me hubiera gustado.
    Vuelvo a este pais hace ya algo más de 4 meses y de casualidad me he encontrado este tuyo. Te felicito.
    Yo y alguno más estamos en Abuja. Si algun dia pasas por aquí no dudes en mandar un mensaje y tomamos algo.
    Un saludo
    Salvador

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