Punto de inflexión y boda a la nigeriana

Pues como lo oís.

Estuve en una boda nigeriana. Jamás imaginaba que iba a vivir un acontecimiento como este, y al final fue de lo más auténtico que he vivido por estos lares.

Últimamente, desde hace un mes, vengo experimentando un cambio de actitud con respecto a Nigeria. Creo que me voy por fin adaptando a este estresante caos semiordenado y poco neutral. Nos hemos apuntado a un "club" que tiene piscina, canchas de tenis y un minigolf oye. Para relajarnos después del trabajo.

Así, prácticamente cada día desde entonces, nada más salir de la oficina vamos a este sitio. Partidín de tenis reglamentario, piquilla sana, y Pablo se hace su tabla de ejercicios y yo voy a nadar. Vida sana oyisti? Conocimos también a un grupo de gente expatriada, españoles, americanos, portugueses, uruguayos... Que de vez en cuando nos juntamos a darlo todo.

Hay un grupo en especial que siempre recordaré, esa noche en el Freedom Park, en mitad de Lagos Island, un parquecillo perdido entre esos intentos de rascacielos, el único sitio donde he visto una terraza a día de hoy. Daban un concierto de música local, y ahí estábamos, en mitad de los auténticos, como uno más. Esa noche, algo cambió dentro de mí que me hizo percibir Lagos de otra manera.

Y es que sólo me quedan 4 meses más aquí. A saber dónde acabo luego. Y esta experiencia es única. No creo que mucha gente pueda "presumir" de no ser un fresh fish en Naija. Así que a disfrutar y espero contar muchas más aventurillas, como ésta.

Resulta que recientemente un alemán contactó con nosotros para algunos trámites. Todo fue viento en popa y nos invitó a su boda con una local en 15 días. Desconocedores como éramos de la materia, nos dejamos llevar.

Por lo visto, es tradición que la pareja (la mujer, como todos sabemos) escoge un estampado colorido para su boda. Así, los principales invitados han de confeccionar sus prendas con esta tela. El patrón es libre. Pero hortera a decir basta. 

También se lleva un sombrerito típico nigeriano, que da bastante calor por cierto. El corte de la "camisa" por llamarlo de alguna manera, es peculiar, y los bordados curiosos. No lo describo, os lo enseño:

Pues de esta guisa que nos fuimos Pablo y yo a la boda. Llegamos tarde como buenos adoptantes de las costumbres locales pero no nos perdimos casi nada. Fuimos con un francés en su coche. Una hora de trayecto de comentada.

Perdidos por Ikeja, o por alguna calle de la que Pablo sabe el nombre él (una eminencia en su campo), entramos en una casa. Cutre. Como no. Yo fui sin esperarme absolutamente nada. Una casa medio destartalada hizo las veces de iglesia y restaurante. 

Lamento no poder enseñaros más fotos, pero como sabéis, hubo un personaje que amistosamente me libró de mis pertenencias, entre ellas dos cámaras. El francés me pasó las que hizo con su móvil (el mio no funciona, sorpresa).

Y nada, la boda en sí no tubo mucho, algunos rituales en los que había que comer un fruto raro y bastante desagradable por tradición. Yo lo engullí, nada de deleitarse en el sabor y propiedades del mismo. También es frecuente el pedir dinero, darlo como deseo de prosperidad a la pareja (Nigeria, avi?). 

Pero una cosa me llamó la atención. La forma de darlo. Resulta que tu cambias dos mil nairas (10 eurucos) en billetes pequeños, de 100 nairas o menos. Vas donde está la pareja bailando, y con el ritmo febril de la música nigeriana, empiezas a bailar con ellos a la vez que les vas lanzando billetes.

A ver, a ver.... ¿dónde he visto yo eso antes?

Eso sí, las damas de honor se dedican a recogerlos del suelo y meterlos en bolsas, cual políticos. Se aprende del país hasta en las bodas. En mitad de la celebración, con la solana y algún coñac jocoso para disfrutar el momento, salimos a bailar. Y ahí estamos, los 5 únicos blancos de la boda (contando al novio) rodeados de nigerianos, bailando, dándolo todo, con una banda local bastante buena. Evidentemente nos incorporamos al ambiente a dejarnos llevar. Bailamos con todo el mundo. Uno de los mejores recuerdos que me llevaré de aquí. Seguro.

Más tarde, salen una niñas, yo les echo como 14 años, pero hay una que no debe llegar a los 8. Y cómo se mueven señores. Lo he dicho siempre y me reitero, esta gente entiende la música de otra manera. Tienen un ritmo que es increíble. Bailan sencillamente genial. Fue la primera vez que me di cuenta que esta gente baila desde que nace. Y me encanta. 

A mi también me gusta bailar. Bien o mal, como sea, pero bailar. Sentir la música dentro. Y por ello envidio a esta gente. En nuestra sociedad, en la vida nocturna, no se baila apenas nada. Un amago de lo que sienten aquí. Sé positivamente que echaré de menos este aspecto por encima de cualquier otro. Su manera de vivir la música.

Por esto, ese momento de baile desenfrenado con los locales formará parte de mis momentos únicos en este país.

Volviendo al tema, era hora del banquete. Algo frugal. Arroz con pollo. Y cojonudo oigan. No hay que ser ostentoso para demostrar lo feliz que eres.

En la silla de plástico de mi derecha se sentaba Captain Tony, un mítico inglés, capitán de barco retirado, y lleva 25 años en Nigeria. No supo decirme qué le anclaba aquí, pero está encantado. Todo un personaje y un señor. Debe rondar sus 80 veranos, pero de mente y energía no llega a los 30. Un fenómeno. Muchas risas con él.

También conocimos a un "famoso". Entrecomillado porque ni idea a día de hoy de quién es. Por lo visto canta, y es el inventor de un peculiar movimiento pélvico que insistió en enseñarnos para nuestro.... agrado? Nos reímos bastante e hicimos varias fotos (no tengo ni una aún)

Al final de la velada por lo visto es normal que se haga una entrevista a todos los invitados. Pablo y yo deseamos lo mejor a la pareja y comentamos un poco la jugada del evento. Ya quedará para la posteridad. 

Después, con todo nuestro buen rollismo en el cuerpo, salimos un poquitín de fiesta (yo ya sin el traje gracias a Dios, Pablo con su indudable estilo continuó de la misma guisa).

En resumen, un evento único e increíble como experiencia. A ver si se repite. Os dejo con las fotos. Fliparlo un poco:

 El menda, Pablo y el francés. Jocosidad en estado puro oiga.

Con locales espontáneos. El novio el blanco a mi derecha. El índice del que hizo la foto, un hábil de la vida.

Así sí.

La feliz pareja. En la foto de arriba se puede contemplar perfectamente en intrincado diseño del vestido del novio. La camiseta interior blanca es la clave con esas transparencias. En la siguiente se aprecia la tarta nupcial con la feliz pareja.

Desde aquí, y aunque no lo leerán en la vida, les deseo lo mejor!! :) :)

Besín jocoso y alegre a la par que jovial para todos!!